2. Uso del Hilo Dental: Imprescindible para una Limpieza Completa
El hilo dental elimina restos de comida y placa donde el cepillo no llega:
- Usa hilo dental una vez al día, preferiblemente antes de dormir.
- Asegúrate de limpiar cuidadosamente entre cada diente y bajo la línea de las encías.
- Si encuentras difícil su uso, considera alternativas como cepillos interdentales o irrigadores bucales.
3. Enjuague Bucal: Más Allá del Aliento Fresco
Un buen enjuague bucal complementa el cepillado y el hilo dental:
- Opta por un enjuague con flúor para fortalecer el esmalte y prevenir caries.
- Evita los enjuagues con alcohol si tienes encías sensibles o boca seca.
- Úsalo dos veces al día, preferiblemente después del cepillado.
4. Alimentos que Promueven una Salud Bucal Óptima
Lo que comes tiene un impacto directo en tus dientes y encías:
- Prioriza alimentos ricos en calcio como lácteos, almendras y brócoli para fortalecer los dientes.
- Incorpora frutas y verduras crujientes como zanahorias y manzanas, que ayudan a limpiar los dientes de forma natural.
- Limita el consumo de azúcares refinados y bebidas ácidas como refrescos y jugos procesados.
- Mantente hidratado para promover la producción de saliva, que protege contra las bacterias.
5. Reconoce las Señales Tempranas de Problemas Bucales
Detectar problemas a tiempo puede ahorrarte tratamientos complejos:
- Sangrado de encías durante el cepillado o uso de hilo dental.
- Sensibilidad dental prolongada a alimentos fríos, calientes o dulces.
- Dolor o inflamación en las encías.
- Mal aliento persistente que no mejora con la higiene.
Si notas alguno de estos síntomas, consulta a tu dentista de inmediato.